La tridimensionalidad de la ley: Kelsen, Santo Tomas y Marx

La Tridimensionalidad de la Ley: Enfoques de Kelsen, Santo Tomás y Marx

La ley es un concepto multifacético que puede ser abordado desde diversas perspectivas. La tridimensionalidad de la ley propone que ésta no es solo un conjunto de normas escritas, sino que también tiene una dimensión social y una dimensión valorativa. A través de estas tres dimensiones —norma, hecho social y valor— podemos entender cómo la ley regula la conducta humana, cómo se aplica en la sociedad y qué principios morales la guían.

Este artículo explora la tridimensionalidad de la ley desde los enfoques de tres grandes pensadores: Hans Kelsen, Santo Tomás de Aquino y Karl Marx. Cada uno de ellos ofrece una perspectiva única sobre las dimensiones de la ley, reflejando las diferentes formas en que el derecho puede ser comprendido.

1. Hans Kelsen: Dimensión Normativa

Hans Kelsen, uno de los juristas más influyentes del siglo XX, es conocido por su teoría pura del derecho, que coloca la norma jurídica en el centro de su análisis. Para Kelsen, la ley es esencialmente una estructura normativa que debe ser analizada de manera independiente de la moral, la política o la sociología. Su enfoque está basado en la dimensión normativa de la ley.

  • Estructura Normativa: Kelsen afirmaba que el derecho es un conjunto de normas jerárquicas, donde cada norma deriva su validez de una norma superior, en última instancia, de la Constitución. El derecho no se interesa en la moralidad o en los hechos sociales, sino en la regularidad de las normas.
  • Validez Jurídica: Según Kelsen, una norma es válida si ha sido creada conforme a los procedimientos establecidos por el sistema jurídico. La validez no depende de su justicia o de su eficacia social, sino simplemente de si ha sido producida conforme a las reglas del sistema.
  • Normas Obligatorias: Kelsen sostenía que las normas son obligatorias por el hecho de pertenecer a un sistema jurídico, independientemente de si son justas o socialmente eficaces. Esta visión reduce la ley a su carácter puramente normativo, destacando su coherencia y aplicabilidad dentro de un sistema legal autónomo.

En resumen, Kelsen aborda la ley desde una perspectiva puramente formalista, enfocándose en su dimensión normativa. Según él, la ley es una estructura lógica y jerárquica que debe ser respetada y aplicada de acuerdo con el sistema jurídico, sin importar las cuestiones morales o sociales.

2. Santo Tomás de Aquino: Dimensión Valorativa

Para Santo Tomás de Aquino, la ley no solo es un conjunto de normas, sino que también debe estar alineada con la moral y la justicia, lo que corresponde a la dimensión valorativa de la ley. Su enfoque se basa en la idea de que las leyes humanas deben reflejar la ley natural, que a su vez es un reflejo de la ley eterna y divina.

  • Ley Natural: Santo Tomás sostiene que la ley tiene una base moral inherente, derivada de la ley natural, que está inscrita en el corazón de cada ser humano. Esta ley natural es la que guía a los legisladores en la creación de leyes humanas que deben estar orientadas al bien común y a la justicia.
  • Justicia y Bien Común: Para Santo Tomás, una ley que no está en consonancia con la justicia no es una ley verdadera, ya que las leyes deben servir al bien común. Esto significa que el valor de la ley no reside únicamente en su procedencia formal, sino en su capacidad para promover la equidad y la justicia en la sociedad.
  • Moral y Derecho: La dimensión valorativa de la ley es central en el pensamiento de Santo Tomás. Para él, una ley injusta, que contraviene los principios de la ley natural, no debe ser obedecida, ya que su validez moral es cuestionable. De esta manera, su enfoque está profundamente vinculado a la idea de que el derecho debe estar alineado con valores éticos superiores.

Santo Tomás enfatiza que el derecho no puede ser visto solo como un sistema de normas, sino que debe ser valorado según su conformidad con principios morales. La justicia es la clave para determinar si una ley es válida, y esta justicia proviene de la ley natural y, en última instancia, de la ley divina.

3. Karl Marx: Dimensión Social

Desde la perspectiva de Karl Marx, la ley es principalmente un instrumento de control social que refleja las relaciones económicas y de poder dentro de una sociedad. La dimensión social de la ley es el eje de su enfoque, ya que para Marx, la ley no es un conjunto neutral de normas, sino una herramienta que las clases dominantes utilizan para perpetuar su control sobre las clases trabajadoras.

  • Estructura de Dominación: Marx veía la ley como parte de la superestructura de la sociedad, que está determinada por la base económica. Las leyes, según Marx, no son el resultado de una búsqueda de justicia o moralidad, sino de las necesidades económicas de las clases dominantes. Por lo tanto, la ley sirve para mantener el status quo y garantizar la perpetuación del sistema capitalista.
  • Eficacia Social: En la visión de Marx, la ley solo puede ser comprendida en el contexto de las relaciones sociales y económicas. Las normas jurídicas reflejan y refuerzan las relaciones de producción y los intereses de la clase dominante. De este modo, la eficacia de la ley no radica en su validez normativa, sino en su capacidad para mantener las estructuras de poder existentes.
  • Crítica a la Neutralidad del Derecho: Marx sostiene que el derecho nunca es neutral. Las leyes que parecen universales y justas en su forma son, en realidad, un reflejo de las desigualdades inherentes al sistema económico capitalista. Así, el derecho es visto como una forma de opresión que facilita la explotación de las clases trabajadoras.

Marx ofrece una crítica profunda de la ley como un fenómeno puramente social, que es utilizado para consolidar las relaciones de poder y explotación. Su enfoque se centra en la dimensión social del derecho, revelando cómo las leyes responden a las necesidades y tensiones de la estructura económica y de poder de una sociedad.

Conclusión

La tridimensionalidad de la ley nos permite comprender el derecho desde tres enfoques interrelacionados: la norma, el hecho social y el valor. Para Kelsen, la ley es una estructura normativa jerárquica que debe ser aplicada de manera coherente dentro del sistema jurídico, independientemente de consideraciones morales o sociales. Santo Tomás de Aquino, por otro lado, subraya que la ley debe estar alineada con principios de justicia y moral, lo que representa la dimensión valorativa del derecho. Finalmente, Karl Marx destaca la dimensión social de la ley, argumentando que ésta refleja y perpetúa las relaciones de poder y control en una sociedad capitalista.

Estos tres enfoques nos muestran que la ley es un fenómeno complejo que no puede ser reducido a una sola dimensión. Al entenderla como un sistema normativo, un hecho social y un instrumento valorativo, obtenemos una visión más completa de cómo funciona y cómo impacta en nuestras vidas.

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